Las lenguas de signos son lenguas de carácter visual utilizadas
tradicionalmente por las personas sordas y sordociegas. Surgen de
manera natural desde la propia comunidad usuaria para dar respuestas
a una necesidad: la comunicación. La lengua de signos no es
universal. Cada país tiene su propia lengua de signos.
En España, por ejemplo, están reconocida la Lengua de Signos
Española y la Lengua de Signos Catalana.
La lengua de signos hoy, forma parte de nuestro patrimonio
lingüístico y cultural. Es el vehículo de comunicación
de las personas sordas y sordociegas, y una herramienta fundamental
para su plena participación social, política, cultural y económica.
Un idioma que para las personas usuarias se convierte en clave vital y que
por tanto, es y debe ser, un derecho básico y fundamental.
La Lengua de Signos Española, una lengua viva que hay que impulsar
verdaderamente y para ello contamos con la Ley 11/2011, que regula
la LSE en Andalucía, pero pedimos que se adopten y favorezcan
medidas urgentes de accesibilidad a la comunicación, y buenas
prácticas en el Ámbito de la Administración, reivindicamos como
Comunidad Sorda andaluza, la protección al uso de nuestra Lengua.
No podemos seguir teniendo leyes sin garantía de
cumplimiento de derechos en la vida real de las personas
sordas.